viernes, 4 de mayo de 2012

De mayor quiero ser PERIODISTA

Hace poco más de un mes me llevé una de las alegrías más grandes de los últimos meses (que han sido pocas, la verdad): una amiga de la infancia, Nuria, había conseguido el sueño de su vida: ser comadrona. Como suele ocurrir ultimamente, me enteré a través de las redes sociales, en Facebook; y como no podía ser de otra forma, la llamé enseguida y muy contenta por la noticia. Le había costado mucho; e incluso llegó a desistir alguna vez, pero como si la vida le hubiese dicho: "una vez más, Nuri, una más solo", al final lo consiguió. Estoy segura de que no me equivoco cuando digo que Nuria quería ser comadrona, tanto o más que yo periodista (que ya es decir), desde que apenas levantábamos un par de palmos del suelo. 


La emoción al hablar a finales de marzo con Nuria fue muy similar a la que ayer sentí cuando hablé con Ángela, una compañera periodista, de Tenerife, que lleva dos semanas en Colombia con su marido, Juan Pablo, "el hombre más maravilloso del mundo", me dijo literalmente. Ambos son dos víctimas más, de los alrededor de 500 profesionales de la comunicación, que la crisis (y lo que no es la crisis) se ha cobrado en Canarias en los últimos dos años.


Llamé a Ángela porque este jueves se conmemoraba el Día Internacional por la Libertad de Prensa. Más de cien periodistas de la isla nos congregamos en la Plaza de España para denunciar la situación por la que pasa nuestro sector. Estoy convencida de que si ella hubiera estado aquí, hubiese ido




Por la tarde, y en un día tan especial, tuve la oportunidad de abordar el asunto en La Ventana de Canarias con tres compañeros más: Juan Galarza (presidente de la Asociación de la Prensa de Tenerife), Tony Álamo Montestedeoca y Juan García Luján, estos dos últimos en paro (que no parados). Los tres pudieron escuchar parte de lo que Ángela me contó desde Bogotá, "una ciudad con ocho millones de habitantes, con muchas cosas que contar". Tras varios meses sin trabajo y muchos proyectos en la cabeza (entre ellos @Notedije), hoy ella y su marido están allí por una razón que me tradujo en palabras que se me han quedado grabadas: "lo único que he hecho es ser periodista y me apasiona mi profesión; y no quiero ni sé hacer otra cosa"
Es probable y muy posible que el periodismo viva su etapa más dura. Pero como bien recordó Juan García Luján, Ángela está en el país de García Márquez, digno mentor del periodismo como "el oficio más bello del mundo". Amiga, me apropio de tus palabras, porque tampoco quiero ni sé hacer otra cosa. De mayor quiero ser periodista. 


Gracias por seguir la corriente ;)


PD: algún día, cuando logre reunirme con mi amiga Nuria (un lince junto a su madre para guardar cosas en el baúl de los recuerdos) les podré enseñar mi primera incursión en el periodismo. Fue en el "Baldomero", el periódico del colegio donde ambas estudiamos, el Montessori. 

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